Tengo que aprender a reconocer en verdad lo bueno y lo malo. Todavía no sé ver lo mejor y lo peor para mí, todo me da igual y lo que toca, toca. Y no es lo que debería hacer, pero la verdad es que ya me casnpe de intentar haver algo y que todo me salga al revés.
Es que, cuando errás tantas veces ya te da lo mismo estar vivo o no, y te preocupa tan poco estar bien o mal con los demás. Es que es tal la desilución que te queda al ver morir tus sueños o ver los resultados que no esperábamos, que lo único que se piensa es "Tierra tragame y no me devuelvas más"
Yo creo que cuánto más queremos arreglar las cosas, peor nos sale, porque es tal la obseción que tenemos en hacer las cosas bien de nuevo, que lo que menos pensamos es en cómo lo hacemos y es tan grande la obseción, que hacemos lo primero y fácil, y así terminamos.
Y no es que me rinda fácil, es que simplemente no quiero pelear por algo que sé que haga lo que haga no va a llegar.
Prefiero entregarme al destino y que pase lo que tenga que pasar, y vivir la vida como venga, y no como yo la haga.