Odio que me mientan. Odios que me tomen por idiota. Odio que no confíen en mí como para no decirme las cosas. No tolero que me engañen la verdad que no. Y me duele más aún saber que es de personas cercanas a mí, que yo quiero, que me conocen, y que saben que me molesta.
A veces pienso que la gente no tiene cara. Porque en verdad, que me mientan, y yo no me de cuenta, es una cosa, que tampoco está bien, porque me estás tomando por idiota, lo entiendo y lo puedo acepar un poco más. Pero que me mientan cuando yo sé la verdad, eso si que ya no lo puedo soportar, porque no logro entender cómo les da la cara para seguir mintiéndome, mirándome a los ojos, sabiendo que yo estoy "Creyendo# en ellos. ¿Tan poco les importo? ¿Tan poco les interesa saber que me están fallando? ¿Tan poco les preocupa lastimarme? Porque en verdad, si lo hacen.
Saber algo que está mal, y saber que con eso, hay gente que está sufriendo, y puede llegar a haber más todavía que puede salir lastimada, y no decirlo, callarlo, no hacer nada para cambiarlo, es aún m´pas grave, porque saber y hacer ojos ciegos y oídos sordos es avalar al sufrimiento de los demás y no está bien, porque es, en simples palabras, hacerle daño a una persona.
Yo no sé por qué la gente lo hace, creo que a veces, las circunstancias son mayores que la voluntad, pero no creo que sean tan de vida o muerte como para seguir adelante con eso. Siento que es preocuparse poco por la persona, porque quizás la mayoría piensa que engañando hace un bien, pero en realidad no, ya que es ocultarle algo importante (porque sino, no se mentiría) a alguien . Es evitar la felicidad, porque está creyendo que todo está bien, cuando no lo está.
Me mintieron tantas veces en la vida, que ya no creo en más nada. Y no es por cuestión de capricho y nada por el estilo, porque en ciertas palabras, no me molesta tanto que me mientan con idioteces, pero en realidad, me mintieron con cosas relevantes, MUY importantes, y a mi corta edad, creo que eso no se hace, porque te marca para toda la vida, porque son cosas que nunca se olvidan y quizás ese es el hecho que más me atormenta. Creo que tengo la edad suficiente para entender las cosas y saber elegir para mí, lo que está bien, y lo que está mal. Creo que tengo la suficiente capacidad de decidir lo que en verdad deseo o no, o para entender las circunstancias de la vida. Creo que tengo la edad suficiente para afrontar la realidad tal cual es, y no como para que todo el  mundo me ande queriendo proteger mintiéndome, cuando en realidad me hacen más mal.
Puedo entender, que a veces no es fácil decir la verdad, porque en realidad, no lo es. Pero, también pienso y creo tener razón en decir que, es más difícil aún sostener una mentira, porque es estar pendiente de que nadie se de cuenta, y es cargar con la cruz de saber que estoy dañando a alguien que no se lo merece, y que confía en mí. Es mantener oculta una verdad que merece ser descubierta. Es mortificar a alguien, desilusionarlo, es perder su confianza.
Siento y estoy en condiciones de decir que a nadie le gusta que se lo hagan. Porque sé, que a nadie le gusta, y entonces,¿por qué lo hacen? ¿Por qué lastiman a los demás, cuando ellos pueden estar en su lugar? ¿Por qué cuesta tanto asumir responsabilidades? Es tan difícil abrirle los ojos a una persona y mostrarlo la realidad tal cual es, como a nosotros nos gustaría que nos hagan? ¿Es tan fácil mentir,pero luego, tan complicado hacerse cargo?
Me duele tanto la gente hipócrita, que engaña, miente en la cara y no les importa que estás confiando en ellos. Se hacen los buenos, cuando en realidad, tienen una máscara. No digo que todos lo sean, porque sé que no y tampoco digo que lo hagan por placer,  porque quiero creer que no. Pero, simplemente hablo desde un lugar de impotencia y dolor, desde un lugar en el que muchos estuvieron, desde un lugar de decepción y de frustración. Hablo del dolor de saber que la gente que uno más quiere te está mintiendo, quizás no por su voluntad pero al fin y al cabo lo hace. Hablo de lo que se siente al saber, que alguien en el que confiabas, no confía tanto en tí como para tener el valor de decirte  las cosas. Hablo de la impotencia que te da descubrir las cosas y ver, que alguien que creías que no te iba a fallar, si lo hizo.
¿Cómo saber si podés confiar en alguien? ¿Cómo saber cuándo te estás mintiendo y cuándo no? ¿Cómo volver a confiar en alguien que te falló? ¿Cómo se hace? ¿Cómo vivir con la idea de que te engañaron tantas veces? ¿Cómo volver a creer en la vida? ¿Cómo poder llevar el dolor de la desilusión? ¿Cómo podés volver a ser la persona que eras antes? ¿Cómo perdonar a las personas que te hirieron, intencionalmente, o no?
No es un reproche a nadie, porque en verdad, no spe cuáles son los motivos que los llevan a hacerlo, pero no está bien, porque es hacer sufrir a los demás. Y por más que se les intente buscar cinco mil excusas, siempre vas a llegar al mismo punto, a la misma idea, al mismo resultado: El dolor injusto al prójimo. Y no, no me agarrí un ataque de ética y moral, porque en verda, no soy quien para juzgar la vida de los demás, y sus actos y consecuencias, si no que simplemente hablo por mí, por mis experiencias que no fueron nada agradables y que no se las deseo a nadie. Hablo desde mi punto de vista, qe creo que coincide con el de muchos más, pero que creo estar en lo cierto si digo que muy pocos se atreven a decirlo.